a una semana de los 30

Se acercan..., se venian anticipando, haciendose notar.
Cumplir los 30 es raro.
Por un lado, tengo la sensación de estar más cerca de lo que busco, de estar en el camino.
Los 30 me inspiran estabilidad, hechar raices, concreción de proyectos...
y si lo veo de ese modo, entonces nada más feliz que entrar en esa etapa tan buscada por todos, la etapa de comenzar a consechar tu siembra...
Pero por otro lado, esta lo que se deja, lo que ya no vuelve...
La tan cuestionada adolescencia (con su respectivo post),
los dichosos 20 en los que te llevas el mundo entero por delante y proyectas a futuro, como si el futuro estuviera a años luz de distancia...
se caen las utopías para pasar a tocar tierra con los pies descalzos y alerta,
los ideales se cambian por realidades,
pero la diferencia más notable para mí, es que perdemos esa cuota de realismo mágico, de inocencia pura.
Los problemas pasan de ser planteos filosóficos y existencialistas, a ser cuestiones de base tangibles.
Y bueno...
los 30 pegan diferente.

Historias mínimas I "no pudieron hacerlo"

Como cada mañana, pasó y lo vió.
Pero ella no buscaba verlo.
En realidad le deba miedo lo que él desperataba.
Tantas veces su madre la había obligado a bajar la mirada, que ahora instintintivamente lo hacía aunque nadie la controlara.
Temía que el rubor natural que él encendía en sus mejillas la delatara.
El también la vio.
Se estremeció al verla.
El cruce de miradas erizó cada milímetro de su piel y su olfato se agudizó para capturar su fragancia.
Jamás cruzaron palabra.
La necesidad era extramadamente fuerte, pero muda.
El lunes ella no pasó.
Ni el martes.
Entonces su cuerpo anestesiado lo comprendió.
Ahí ya nadie lo reclamaba.
Seguramente ella lo esparaba alla.
En el otro alla.
Donde no importaba que ella fuera una señorita soltera de 82 años, con doble apellido a cuestas e hija de intelectuales, y él un simple verdulero de barrio, con 87 cumplidos y sin educación.

Feliz Primavera!!!

Mi cable a tierra

C. es mi cable a tierra, ella lo sabe.
A veces creo que aprendió a ver a travéz de mí, que no tengo misterios para ella.
Sabe sacarme la ficha, escuchar, ser paciente, contener.
Sabe como soy. C. me conoce casi como nadie.
Intuye cuando aparecer, cuando darme tiempo, cuando no dejarme estar.

Hoy reafirmé que la sensación es mutua.
No hizo falta que me lo dijera.
C es un hueso duro de roer, pero de esos huesos que valen cada segundo dedicado y más.
Su aparición trajo nuevamente la magia.
Esta vez es ella la que necesita un poco de contención, una oreja, un hombro, un pañuelo...
Y cómo no estar para ella? Es un honor ser convocada a su encuentro.
Es un regalo tenerla cerca.
Encontrar su estrella brillando en mi universo fue una de las mejores cosas que pudo pasarme en esta vida.
Y ella lo sabe.

Prefiero...

(A raiz de un post que leí en otro blog amigo)

Prefiero amar sin ser correspondida, que no amar.
Prefiero entregarlo todo, a secarme por dentro.
Prefiero jugar la ultima carta a no jugarme por miedo.
Creo en lo cíclico...lo que va, vuelve!

Nueva mente

Me di cuenta de pronto.
Lo que hacía un tiempo que estaba buscando no estaba adelante, no estaba lejos, y ciertamente había estado un tiempito atras.
No dependía de ajenos, no tenía fecha de vencimiento, no se alejaba de mí, ni se aburría con mi inconstancia.
Lo que estaba buscando lo llevo adentro. Dormido pero esta adentro.
Es hora de prepararle un buena café cargado, darle unas palmaditas y desperetarlo nuevamente.

recuerdos que sueño

Las imágenes se confunden en sueños.
La que está allí soy yo, pero no ahora.
Soy yo en otra época.
Donde estoy, resulta ser una casita que había construído (junto a mi prima y unas amigas) bajo la sombra de tres pinos gigantes en medio de un terreno boscoso cercano a mi casa.
Allí jugábamos a ser amas de casa.
Limpiabamos con escobas fabricadas por ramas caidas.
Los troncos que encontrabamos eran banquitos y no se cómo había una mesa improvisada en el centro.
Recuerdo (en mi sueño), llevar latas vacias y frasquitos de yogurt para hacer de vasos.
alguna soga se convertía en herramienta multiuso.
Un arbusto de moras nos daba la bienvenida y nos mantenía entretenidas largas horas, recolectando sus frutas maduras, hasta dejarnos teñidas las yemas de las dedos, las uñas, y los labios. (no comas mucho, me decia mi padre "te va a agarrar cagadera!!!")
Entre el alambrado tambien crecían frambuesas salvajes.
Estar allí era mágico.
El tiempo volaba, pero al mismo tiempo no pasaba.
Hoy estuve allí nuevamente. el gusto en la boca, me lo dice.
o fue un sueño?

que le pasa a una balanza cuando pierde el equilibrio?

Soy de libra.

Y como toda libriana que se precie de ser un fiel especimen de su especie, para sobrevivir, necesito de armonia y equilibrio.

No digo que los demas signos no lo necesiten, sino que quizas les sea más fácil desenvolverse en tiempos de cambios.

Como toda etapa de cambio, la mía genero un stress del que todavía no pude reponerme.

Por un tiempo la delicada estabilidad con la que construí mi presente, se vio desbocada en un subeybaja de emociones que la dejó mareada y despistada.

Y cuando por fin pareciera que mi realidad se acomoda a un nuevo presente, la balanza todavía no encontró su centro.

Camino tambaleante sobre un mar de dudas que no consigo desentrañar.

Me cuestiono y cuestiono al resto, me cuesta conformarme con las cosas simples.

Encuentro a mis emociones irritadas e incordiosas unas con otras.

Impaciente, y aunque me pese, debo admitir que algo intolerante.

Para mi, que la vida y las relaciones debieran ser todas "paz y amor" reconocerme de este modo es complicado.

Me enfrenta con un ese perfil que uno evita en los espejos.

Creo que llegó el momento de hacerle frente a lo impostergable.

Ya no quiero evitar terapia.

(Hasta que lo dije!)